Las piedras cortavientos de la ciudad de Huáñec.
Hasta por las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado, se podía ver en varias esquinas de la ciudad de Huáñec una enorme piedra clavada. Así encontrábamos en la esquina de la casa que era de don Prudencio Sanabria, luego de su hija doña Teodora Sanabria y esposo Antonio Isla, hoy de sus herederos. Otra, la principal piedra en la esquina de la casa que fue de don Lorenzo Reyes, frente a la antigua cárcel, luego Juzgado, en la misma Plaza de Armas y otras, y la que quedó hasta el último, la piedra cerca a Calpa, frente a la casa de don Juan Flores que es la que presentamos en este artículo.
Para qué servían las piedras: se decía que era para cortar los vientos o mal aire que
podía darle a los vecinos en las mañanas o en las tardes. Eran lugares también donde
se concentraba en las mañanas los que habitaban cerca a dicha piedra, reuniéndose
para conversar del quehacer diario o donde iban a trabajar ese día y principalmente
para enterarse también de las últimas novedades de la ciudad.
Cuando
llega la carretera a Huáñec, esas piedras fueron sacándose para un mejor
tránsito de los vehículos motorizados.
Hoy ya no
hay casi ninguna, encontrando una de las últimas en el mencionado lugar cerca a
Calpa.
Piedra cortavientos cerca a
Calpa (Imagen: Año 2000 aproximadamente).

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